Cada día que pasa, tus posibilidades de recuperar una deuda se reducen. No solo porque el deudor pueda desaparecer o declararse insolvente, sino porque la ley establece un límite temporal: si no reclamas a tiempo, pierdes el derecho a cobrar.
Muchas empresas descubren esto demasiado tarde, cuando la deuda ya ha prescrito y el dinero se ha evaporado.
¿Qué es la prescripción de una deuda?
La prescripción significa que, pasado un tiempo fijado por la ley, ya no puedes exigir judicialmente el pago.
👉 Importante: la deuda no desaparece, pero tu capacidad legal de reclamar sí.
Plazos de prescripción más relevantes en España
Según el Código Civil y la legislación mercantil, los principales son:
- Facturas de compraventa de bienes o servicios → 5 años (art. 1964 CC, reforma 2015).
- Deudas mercantiles entre empresarios → 5 años.
- Arrendamientos (alquileres de locales o viviendas) → 5 años.
- Responsabilidad extracontractual → 1 año.
- Deudas con Hacienda o Seguridad Social → 4 años.
- Préstamos, avales o reconocimientos de deuda → 5 años.
💡 Recuerda: un requerimiento extrajudicial fehaciente (burofax, notificación notarial, demanda) interrumpe la prescripción y reinicia el contador.
Si necesitas conocer cuanto tiempo exactamente tiene de prescripción tus facturas, con nuestro servicio de ASESORÍA LEGAL puedes conocerlo a ciencia cierta.
El error más común: esperar demasiado
Muchos directores financieros creen que dar tiempo extra a un cliente mantiene la relación. Pero ocurre justo lo contrario:
- Después de 90 días, la probabilidad de cobro cae en picado.
- Tras un año, el deudor suele estar más blindado.
- Y si se agota el plazo de prescripción, la deuda queda muerta.
La inacción no solo destruye liquidez, también transmite una imagen de debilidad.
La estrategia inteligente: automatizar la firmeza
Aquí es donde entra en juego un cambio de mentalidad que diferencia a las empresas solventes de las vulnerables.
Imagina este sistema en tu empresa:
- Configuras alertas de vencimiento de facturas.
- Si un cliente no paga en, por ejemplo, 15 días, lo traspasas directamente a CREDIT BACK.
- Nosotros hacemos la gestión extrajudicial, 100% a éxito → solo cobramos si recuperamos.
- Tú no consumes recursos internos, no desgastas a tu personal y mantienes el foco en tu negocio.
- Si el cliente se queja, tu respuesta es sencilla: “Es política de empresa”.
👉 Resultado: aseguras el cobro, blindas tu tesorería y refuerzas tu imagen de seriedad.
Beneficios para tu empresa
- Liquidez protegida: conviertes impagos en ingresos sin retrasos.
- Cero riesgo: no adelantas dinero, solo pagas si recuperas.
- Equipo liberado: tus empleados no pierden horas persiguiendo morosos.
- Imagen reforzada: los clientes saben que tus cobros son profesionales, no personales.
- Respeto inmediato: evitas que los morosos usen el crédito como autofinanciación.
Es un win-win absoluto: tú cobras y tu reputación empresarial crece.
Caso real
Una pyme tecnológica implantó este sistema con CREDIT BACK:
- Al día 15 tras el vencimiento, cualquier factura impagada se derivaba automáticamente a CREDIT BACK.
- En los primeros 6 meses, recuperaron más del 80% de la deuda antes de los 90 días.
- Su equipo financiero ahorró más de 200 horas de trabajo improductivo.
- Y los clientes entendieron que trataban con una empresa seria y predecible.
Conclusión
El tiempo siempre juega en tu contra. Cada día que retrasas una reclamación, reduces tus probabilidades de cobrar y comprometes la salud financiera de tu empresa.
La diferencia está en tu política:
👉 Empresas reactivas esperan y pierden.
👉 Empresas inteligentes implantan un sistema automático: impago detectado = caso derivado a CREDIT BACK.
No dejes que tus clientes conviertan tu tesorería en su banco particular. Implanta CREDIT BACK como tu política de cobros y asegura lo que es tuyo.
Hoy puedes empezar a recuperar liquidez sin coste, sin riesgo y con una imagen más fuerte que nunca.