La empresa francesa Exploris, que operaba en el segmento premium de cruceros de expedición, ha entrado recientemente en un procedimiento colectivo de insolvencia. Este caso debería servir como alerta para cualquier empresa que vende a crédito: por muy llamativo que sea el cliente, si su estructura financiera falla, las consecuencias pueden llegar hasta tu balance. En este artículo analizamos qué ha ocurrido, a quién afecta, qué implicaciones tiene para empresas españolas que venden a crédito, y cómo pueden protegerse.
¿Qué ocurrió?
- Exploris fue fundada en 2021 con sede en Nantes (Francia) y operaba con el buque “Exploris One”
- El 24 de septiembre de 2025, el Tribunal de Commerce de Nantes pronunció la apertura de procedimiento de redressement judiciaire contra Exploris, tras la constatación de su «cessation des paiements».
- Pocos días después, el 29 de octubre de 2025, se dictaminó su conversión en liquidación judicial efectiva a partir del 7 de noviembre de 2025, al no considerar suficientes las ofertas de continuidad.
- Todas las reservas para las temporadas 2026 y 2027 fueron canceladas, la garantía financiera para clientes directos existe, pero no necesariamente para proveedores B2B.
¿A quién afecta?
- Proveedores y subcontratistas de Exploris (agencias de viajes, turoperadores, compañías de excursiones, servicios náuticos) que habían facturado o firmado contratos de pago aplazado.
- Clientes directos que habían hecho depósitos: su garantía financiera está cubierta para cliente final, pero para los upstream B2B la recuperación es incierta.
- Cualquier empresa española que venda a crédito a compañías internacionales o con negocio de alto riesgo: el caso demuestra que hacen falta más garantías que la marca o el nicho atractivo.
¿Qué enseña este caso: 5 lecciones clave?
- No subestimes la dependencia de un solo cliente o contrato clave: Exploris perdió un contrato mayoritario de afrentamiento que desestabilizó su liquidez.
- Necesitas cláusulas de protección específicas en tus contratos: anticipar lo que sucede si el cliente entra en procedimiento colectivo o cesa actividades.
- Monitoreo continuo de solvencia y señales tempranas: estado de pagos, cancelaciones, garantías, contratos clave en riesgo.
- Cobertura financiera y garantías en la cadena B2B: Tener un cliente de renombre no elimina el riesgo si los términos de pago o la estructura financiera son débiles.
- Efecto dominó en la cadena de valor: la crisis del cliente arrastra a proveedores, subcontratistas y distribuidores — lo cual también puede afectar tu cartera si dependes del mismo cliente o sector.
¿Qué pueden hacer las empresas que venden a crédito?
- Revisar sus top 10 clientes por volumen y riesgo, y valorar reducir plazos, pedir garantías o seguro de crédito.
- Incluir en contratos comerciales cláusulas como “cesación de pagos”, “procedimiento concursal” o “liquidación judicial” como eventos desencadenantes para reclamar o modificar términos.
- Establecer un procedimiento de alerta temprana (monitorización financiera, prensa, información sectorial) para clientes clave.
- Tener preparado un plan de contingencia: ¿qué hacer si un cliente entra en insolvencia? ¿Cómo accedo a mis créditos? ¿Tengo procedimientos activos de cobro?
- Valorar los servicios de gestión de impagos/cobros (como los que ofrece CREDIT BACK) para externalizar o reforzar estas funciones críticas.
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Preguntas Frecuentes (FAQ)
Es un procedimiento colectivo que se abre cuando una empresa está en cesación de pagos y busca reorganizarse, continuar la actividad e intentar pagar sus deudas.
Redressement judiciaire es una fase de observación/reorganización; si la empresa no puede reestructurarse, el tribunal puede convertirla en liquidation judiciaire, que implica cese de actividad y liquidación de activos.
– Informe de solvencia reciente.
– Contrato con cláusula de rescate ante impago o concurso.
– Seguro de crédito o aval bancario.
– Monitoreo periódico de la empresa cliente, alertas de riesgo.
– Diversificación (no depender de un único cliente grande).
– Presenta tu declaración de crédito ante el administrador o el liquidador en el plazo establecido.
– Evalúa tus opciones de cobro y contingencia.
– Activa medidas preventivas en tus contratos futuros.
El colapso de Exploris es un claro recordatorio de que ni siquiera los proyectos ambiciosos y de nicho están inmunes al riesgo financiero y a los impagos. Para empresas que venden a crédito, el mensaje es claro: no basta con tener un cliente “bueno” o con un nombre destacable. Es imprescindible disponer de herramientas de prevención, contratos sólidos, monitoreo continuo y acompañamiento experto. En CREDIT BACK estamos aquí para ayudarte a hacerlo.